Disfrutalo...

viernes, 22 de enero de 2010

Santana T.Q.M.

Ayer, como todos los días, andaba yo leyendo antes de dormir, porque aunque muchos no lo crean si leo, ya andaba cansadito después de tanto estar trabajando en la computadora platicando de cosas sin sentido por el mensajero y eso.

Estaba entonces ahí leyendo sobre mi cama con la luz de una lamparilla alumbrando las páginas de mi libro, cuando derrepente caí dormido sin darme cuenta. Entró mi madre, me dió un beso en la mejilla, apagó la luz de la lámpara y se retiró (eso lo estoy suponiendo ;D).

Yo sé que siempre sueño algo pero pocas veces lo puedo recordar, casi siempre siento que no soñé nada, pero esta vez pude recordar el sueño que tuve ayer y fué algo raro.
Ahí les va.


Estaba yo en una casa antigua que aparentemente yo conocía, no era muy grande pero funcionaba como hotel porque había varios cuartos y la gente llegaba ahí como a hospedarse o algo así. Yo estaba ahí.
Bueno total no me acuerdo muy bien como pasó pero llegó la hora de comer o desayunar, el chiste es que todos bajaban y se setaban alrededor de una mesa algo grande, y yo estaba ahí claro.

En eso que entra Carlos Santana, y yo estaba bien extrañado. Entonces llegó y se sentó con todos los que estabamos ahí. La verdad no sé porque diablos llegó él. Pero no perdí tiempo, agarré una servilleta, fuí hacia el y le pedí su autógrafo.
Así masomenos.


(Su autógrafo se supone que esta ahí abajito pero su mano lo tapa).

Yo andaba acá bien feliz con mi servilleta firmada por Santana, no me acuerdo si le dije algo o si él me dijo alguna cosa pero al final de la comida ya no encontraba mi servilleta :( y que voy viendo a un gordo limpiandose con ella su boca de cerdo. Yo creo que me desperté en eso porque ya no me acuerdo de más.

Y pues eso fué lo que pasó. Todavía busco la servilleta.
Hace mucho que no escuchaba a Santana, talvez telepáticamente Santana se comunicó conmigo mediante mi sueño para que no me olvidara de él. Hasta ahora es la mejor de las teorias que me eh puesto a analizar.

En fin, fué un grato sueño.
Cuidense.
Santana T.Q.M.

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